martes, 10 de marzo de 2009

en un mal dia

Mirando el techo, dibujando pensamientos en la oscuridad, mientras su dolor se regocijaba en las derrotas y su interior batallaba contra su propia naturaleza. Ya a duras penas podía escuchar el latido de su propio corazón, y el silencio y las tinieblas de la noche eran tan profundos que incluso temía su respiración rompiera la quietud. En su propio rostro descubrió un gesto de decepción… ¿por qué? Por tanto tiempo perdido en las nubes, por huir de la realidad ocultándose en sus propios pensamientos, o quizás simplemente por la visión hacia ella misma que tenía, ella misma era decepcionante en todos los aspectos, para si y para los demás.
Después de tantos años aún seguía soñando como una niña, en vez de aprender a afrontar la realidad como una mujer, y eso la ponía furiosa, ¿por qué no era capaz de alejar todos esos pensamientos inútiles? Todos esos sueños dañinos para su corazón, todos esos imposibles…


Cuanto más lo pensaba, más dolor sentía, más se torturaba, y más se maldecía a sí misma. Y entonces… lo escuchó, un ruido seco rompió el silencio, y las lágrimas empezaron a correr por su rostro. No fue difícil reconocer el sonido de su propio corazón al hacerse añicos. Se colocó la almohada en la cara para amortiguar los sollozos y allí se quedó, consumiéndose por la angustia, y dejando que el sufrimiento se apoderara de cada centímetro de su alma, torturándola hasta la eternidad.

Nana

1 comentario:

  1. diosss, me has puesto los pelos d punta >_< asi es como me siento yo cuando me deprimo >_<

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